martes, 20 de agosto de 2013

CRISIS DE VALORES QUE CONLLEVAN A UN MUNDO DE INSEGURIDADES ÉTICAS Y POLÍTICAS


Este ensayo se basa en la lectura del texto “ÉTICA Y POLÍTICA EN UN MUNDO DESORIENTADO” de José María Mardones. El autor señala claramente la relación que existe entre ética y política, al enfatizar que en el mundo contemporáneo se vive una gran crisis de valores que conllevan a una imprecisión de los juicios morales, y que por ende ésta también se vive en el mundo político.

Esta imbricada relación ente ética y política se debe a que ambas tienen como fin principal el bienestar y el reconocimiento del otro como elemento integral de la sociedad y como parte fundamental de la formación de cualquier individuo en comunidad. Pero al respecto, el autor señala que la ética no soluciona los problemas en el ámbito social, sino que ofrece una guía, una sensibilidad y muestra un abanico de posibilidades (que dependen del contexto social), pero que deben situar la política en su ejercicio primordial que es la sociedad, es decir, la ética marca la orientación para que la política priorice los aspectos humanos, antes que los económicos y de poder.

Evidentemente la política igualmente alimenta la ética, ya que en el ámbito político se visualizan claramente las más acuciantes necesidades, problemáticas e intereses comunes de la sociedad. En esta medida, la ética amplía su horizonte al abordar las diferentes cosmovisiones que se manifiestan en distintas sociedades, en las cuales, tras el velo de la diversidad y el pluralismo se puede caer en una multiplicidad de pequeñas éticas locales que negarían una ética global, en la que se entorpecerían o se les restaría importancia a PRINCIPIOS como el de igualdad y dignidad humana.

Un aspecto importante para resaltar de las sociedades democráticas, es la falta de claridad en “lo que está bien o está mal”, este fenómeno se debe a que la crisis de valores éticos y morales, obstaculizan la capacidad de gran parte de los integrantes de la sociedad para interiorizar y ejecutar acciones y comportamientos que estén acordes con el bienestar de la población en general. Esta confusión conlleva a vivir una falsa democracia, en la que el clientelismo, la desconfianza en el otro y la negligencia de gran parte de la población, perpetúen a su vez la corrupción en la vida política.

Esta desconfianza, incertidumbre y desprestigio en el ejercicio político tiene sus raíces históricas; fenómenos como la compra de votos, la financiación de los partidos, la corrupción en el escrutinio de las votaciones y la competencia política desleal, entre otros, han conllevado a que los ciudadanos lean esta falta de moral y valores éticos en el ejercicio político como una dimensión en la que no se puede confiar, se ha generalizado en la mentalidad social la idea de que la práctica política es mera politiquería. A esta realidad se le suma que el triunfo del sistema capitalista sobre el sistema socialista, trajo consigo el fin de las políticas que propendían por un bienestar social, por una redistribución de las riquezas, por la igualdad y la erradicación de la pobreza que bien es sabido no eran un mero discurso mantenido por la mayoría de los oligarcas políticos actuales, sino que eran propuestas y acciones que efectivamente trabajaban en el diagnóstico y solución de las problemáticas sociales que aquejaban a sus pueblos.  Al respecto, el autor señala la caída del Muro de Berlín como el fin el socialismo real, de las políticas mesiánicas de bienestar, entre tantos otros aspectos que están afectando a la mayoría de la población mundial.

En este mundo capitalista donde lo importante es el bienestar individual, el consumismo y las apariencias, es inminente el rescate de los valores morales y éticos que se han ido perdiendo o tergiversando en diferentes discursos socio-políticos, que lo único que hacen es recrudecer  y extraviar en gran medida  la realidad política.

Afortunadamente en la actualidad existen distintos movimientos sociales que reclaman derechos e igualdad y han ido tomando fuerza socio-cultural, tales como la equidad de género, la defensa de las distintas formas y orientaciones sexuales, la inclusión, la paz, la protección de los emigrantes, el cuidado y preservación del medio ambiente, en fin los denominados derechos de tercera generación. Estos movimientos han logrado cambios en la mentalidad de gran parte de la población (sobre todo en jóvenes) y han despertado el interés de distintos sectores de la sociedad.

Sería aventurado afirmar que estos Nuevos Movimientos Sociales han dado un giro drástico en la participación democrática, pero entre los importantes logros de éstos, figura por ejemplo, la sensibilización de buena parte de la sociedad hacia el rechazo de prácticas discriminatorias de diferente índole y un fuerte llamado a la participación en la construcción de un mundo que tenga en cuenta tanto a la otredad como al planeta.

Para finalizar este ensayo, es de suma importancia subrayar que la educación es el medio por excelencia para transformar las realidades éticas y políticas, ya que a través de ésta,  se puede concientizar a los niños, adolescentes y jóvenes sobre estas problemáticas y se pueden desarrollar actitudes críticas relacionadas con el ejercicio político por medio de una pedagogía humanizante en la que se prioricen los principios y valores, para así, en un futuro próximo obtener ciudadanos competentes y conscientes de su responsabilidad con la transformación y desarrollo de su sociedad.
Escrito por : KENIA TASCON
                      FREDY ROJAS BERNAL
BIBLIOGRAFIA
MARDONÉS, José María. Ética y política e un mundo desorientado.
CORTINA, Adela. Ética Mínima.

MORIN, Edgar. La unidualidad del hombre.

DEMENCHONOK, Edgard. Fundamentación de la ética en la filosofía               latinoamericana.

No hay comentarios :

Publicar un comentario