domingo, 11 de agosto de 2013

UNA POSIBLE REALIDAD DE LOS OBJETIVOS ALCANZADOS DESDE LA PEDAGOGÍA COMO CIENCIA SOCIAL


Las diversas problemáticas sociales se pueden intervenir a partir de la incansable labor del proceso enseñanza-aprendizaje según los lineamientos de la pedagogía como ciencia social. Lastimosamente la realidad de la educación permite observar que hasta cierto punto se llega en la búsqueda de las soluciones a dichas problemáticas, dado que al momento de analizar el alcance de los objetivos, se puede concluir que la intervención de las necesidades sociales se ha hecho de manera superficial, sin profundizar en muchos aspectos relevantes y por consiguiente con resultados poco satisfactorios.

Se hace necesario preguntarse, dónde se encuentran los obstáculos que imposibilitan el alcance significativo de los objetivos de la educación. Para ello, se debe dar inicio sobre la investigación pedagógica que se realiza en pro de establecer las problemáticas sociales que deben ser resueltas  a partir de la escuela. Se observa que los estudios de la población en diversos aspectos arrojan que los índices de pobreza, delincuencia, prostitución, drogadicción, conflicto armado, entre otros, son cada vez más elevados  y que pueden ser el encargo social que provee el modelo pedagógico para la búsqueda de la resolución de dichas problemáticas.

A partir de lo anterior, la investigación pedagógica establece unos objetivos a alcanzar a partir de la reflexión profunda de la realidad social que se vive en la actualidad, donde la inferencia de estos objetivos tiene que ser sustento fundamental para la realización del diseño curricular de las instituciones educativas.  Si los grandes estamentos de la educación indican las falencias a tratar en la población según unos lineamientos curriculares, las instituciones educativas tienen un punto de partida para la construcción del plan de estudios según unos objetivos determinados en cada asignatura que garanticen una educación para la vida. En este punto, la tarea llega a la escuela donde se debe reflexionar acerca de cómo el contenido de cada asignatura tiene que ser tomado como cultura para que el educando se apropie de ella, optimizando los objetivos adquiridos cuando sea egresado, potenciándole como ser creativo, productivo y transformador del contexto social en el cual se desenvuelve.

De esta manera, toma gran relevancia la labor desempeñada por el docente a través del proceso enseñanza-aprendizaje en el aula porque es allí donde se aprecia la relación de la escuela con la vida y el medio social. Es aquí donde se debe colocar en práctica toda esta teoría pedagógica para la resolución de las problemáticas desde el aula misma de clase, siendo los principales actores los educando y profesores por medio del establecimiento de relaciones sociales cuyo fin es el privilegio de los procesos formativos para el crecimiento  y el desarrollo personal como preparación y transformación de las generaciones de una población.

El punto neurálgico se encuentra en cómo es llevado a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula de clase. La esencia del proceso va perdiendo validez a medida que las asignaturas sean orientadas como una simple instrucción, es decir, como  la transmisión de conocimientos sin ahondar en las problemáticas que en teoría tiene que ser tratadas. Las relaciones y las prácticas sociales pasan a un segundo plano desde donde muy poco se puede  hacer para garantizar la resolución del problema y mucho menos enriquecer la teoría existente a nivel pedagógico.

¿Cómo la simple instrucción afecta el proceso si existen nuevas corrientes pedagógicas que favorecen al proceso de enseñanza-aprendizaje? La respuesta radica en que la pedagogía tradicional aún se encuentra presente de manera frecuente en el quehacer docente, es posible hablar de muchos enfoques pero mientras en la mente del educador exista temor o falta de compromiso frente al cambio, el privilegiar los proceso formativos de los educandos será una tarea sin completar dejando de lado el esfuerzo por el alcance de los verdaderos objetivos de la escuela contemporánea.

Por tal motivo, la obtención de los objetivos de las asignaturas y su transversalidad a través del plan de estudio en relación con la práctica social, será un ideal de la escuela desde la misma investigación pedagógica muy lejano de alcanzar en la medida en que al proceso de enseñanza-aprendizaje no se le realice una profunda catarsis que le posibilite observar de manera clara el horizonte al cual llegar sobreponiéndose a los obstáculos del camino.


Para finalizar, se debe hacer precisión en el hecho de que gran parte de este análisis fue direccionado hacia el quehacer docente y las prácticas pedagógicas en el aula de clase como fundamento de una errónea lectura e intervención delas problemáticas sociales actuales. Queda abierta la posibilidad de examinar los obstáculos  presentes en la investigación pedagógica, los propósitos de la educación, los enfoques pedagógicos aplicados a la escuela y, en general, los aspectos que de una manera u otra cuestionen el carácter de la pedagogía como ciencia social.

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